Saltar al contenido

El impacto de la primera imagen y el después de la terapia…

    Y es que tomar la decisión de querer solucionar un problema, es el paso más importante que puedas hacer en tu vida.

    Hacer terapia o buscar ayuda no es nada fácil. Se requiere de una buena dosis de valentía. De querer enfrentar el problema, y coger el toro por los cuernos. 

    Pero si nunca has hecho ninguna sesión con ningún tipo de terapeuta, no sabes cómo funciona, cómo expresar lo que te disgusta de ese problema, lo más normal es sentirte un poco fuera de lugar, asustado, sin saber mucho por dónde empezar, ni que decir y al mismo tiempo intrigado, queriendo saber qué va a pasar… 

    Es todo un camino desconocido a recorrer,  y tengo que decirte que sólo por eso, debes estar orgullos@ de ti y felicitarte por dar ese primer paso, por tomar esa decisión… Esa actitud ya indica que estás poniendo de tu parte y que al menos, quieres responsabilizarte del problema para encontrarle una solución.

    Aunque no lo parezca, o no seamos conscientes, llevamos mochilas emocionales, que cargamos como algo normal. Y deshacernos de ellas nos cuesta. Sentimos que es nuestro deber «cargar» con ese peso. Y que sino, no estamos haciendo lo correcto, o lo que hay que hacer. Lo que se espera de nosotros. 

    Lo hemos visto desde que éramos pequeños. En nuestra familia, con nuestros padres, abuelos, tíos, primos, amigos de la familia. Ahí, en nuestra infancia, es donde aprendemos a  relacionarnos, a funcionar por la vida. A querer y a querernos. 

    Yo siempre digo que soltar es lo que cuesta más. Es lo que da más miedo. Es doloroso y no es un camino de rosas. Nos cuesta perdonarnos y ser compasivos. Preferimos castigarnos y mantenernos en lo conocido, aunque nos disguste. Nos asusta lo nuevo y desconocido, porque entonces no lo controlamos. 

    Pero hoy quería hablarte del impacto de una primera sesión, y de cómo puedes sentirte al salir. 

    El hecho de realizar un trabajo personal, a veces, comporta como consecuencia, irte un poco revuelto. Como al día siguiente de hacer deporte, tienes agujetas. El resultado a posteriori es el de sentirte bien, más relajado, contento y feliz. Pero a veces uno se siente triste, cansado y sin ganas de hacer nada. Pero esto forma parte del proceso de soltar y hacer espacio. 

    Entonces, te estarás preguntando: ¿y porqué no siento bienestar?

    Pues porqué el trabajo personal, es un trabajo profundo, integral y muy completo, que llega a distintos niveles al mismo tiempo. Podemos tocar el ámbito mental, físico, emocional, anímico, espiritual, sexual, a la consciencia, y hasta el inconsciente. 

    Entramos en campos diferentes, como las creencias de nuestra familia, de nuestros ancestros, memorias antiguas, bloqueos físicos que hemos estado sosteniendo durante muchos años, casi sin darnos cuenta, de forma inconsciente. Todo eso se ha ido metiendo como en una mochila emocional, dentro de tu cuerpo, de todo tu ser. 

    Llegar a este lugar, conlleva un recorrido, y destapar todas estas memorias, enquistadas y dormidas, a veces puede ser doloroso, de ahí que todo nuestro ser se resienta a la hora de liberar toda esa sobrecarga. Y quizás también que todo este trabajo lo vivamos con una intensidad a la que no estamos acostumbrados. Quizás las emociones aparezcan bruscamente de una forma diferente a lo habitual, y eso nos choca y nos sorprende a la vez. Son aspectos de nosotros que hace tiempo están escondidos, guardados, reprimidos, ocultos… Y de repente les damos la oportunidad que asomen la cabeza…

    Todo este trabajo interno, cuando estamos desbloqueando esas memorias o emociones enquistadas, o quitando peso de esas mochilas emocionales de las que hablábamos antes, se puede manifestar en tu cuerpo de distintos formas, a través de una serie de síntomas, básicamente porque hay un cambio y un movimiento:

    – Sobre todo, que te sientas revuelto y sin ganas de hacer nada, sólo con ganas de descansar y estar en casa, así como si estuvieras un poco apático. 

    – Que te sientas más sensible de lo normal y todo te siente mal. 

    – Dormir mal o despertarte por la noche.

    – Mareos o dolor de cabeza, e incluso algo de descomposición.

    Y me dirás, pero Noemí, y que me recomiendas hacer si me pasa algo de todo esto? Pues la mejor forma de vivir este proceso, es cuidándote. Atendiéndote. Escuchando tu cuerpo, y darle lo que te está pidiendo y necesita. Por eso, si te pide estar en casa y descansar, permítete darle descanso. Si te pide ir a caminar y estar a solas contigo mism@ hazlo. Si te pide un masaje, en el caso que sientas mucho cansancio… dáselo, por favor. Estarás favoreciendo este proceso a que se den los cambios pertinentes y que necesitas para quitar lastre, para quitarte peso, para SOLTAR. 

    A mi, personalmente, el cuerpo me pide descanso o dormir. Yo soy muy movida, y siempre estoy haciendo alguna cosa. Descanso o duermo y luego, me siento como nueva. Con más energía, y con ganas de más que nunca. Es realmente sorprendente la catarsis que vivimos cuando realizamos un proceso como este. Se va lo que no necesitamos y nos conectamos con nuestro poder personal y fuerza interior de una manera casi sobrenatural.

    Todo lo que vas a sentir y encontrarte después de escucharte, sólo serán que beneficios. Si te parece que el trabajo que has hecho no te hace sentir bien, es todo lo contrario: ha funcionado! Permitir que el dolor surja, hará que puedas liberarte de él, y como consecuencia que el bienestar llegue!

    Ese bienestar al que queremos llegar te va a proporcionar un estado de ánimo mucho más positivo y de plenitud. Así como sentirte más lleno de vida, con energía y vitalidad. Mas conectado con el amor, con el aquí y ahora, y como te decía con fuerza, alegría y paz interior

    Es el premio de permitir ese malestar, para que se diluya, se vaya, se elimine de nuestro campo, y lo transforme en liviandad y pureza.

    Espero y deseo que haya podido aportar algo más de luz para que puedas comprender en qué consiste el trabajo de constelaciones. Esta magnífica herramienta tan potente y transformadora que ayuda a que nuestras vidas sean más y mejores. 

    Si tienes alguna duda, quieres preguntarme, o si sabes de alguien que esté en un momento difícil y crees que le puede ayudar, no dudes en compartir mi contacto, hola@noemibatlle.com o bien rellena el formulario aquí abajo. 

     

    Deja una respuesta

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

    Responsable: Noemí Batlle Artigues
    Finalidad: Responder a los comentarios del blog.
    Legitimación: Tu consentimiento explícito de que quieres recibir esta información
    Destinatarios: Los datos que me facilitas están en mi servidor de web y email OVH y en los servidores de Google Drive, todos ellos que cumplen con la RGPD
    Derechos: Podrás ejercer tus derechos de acceso, rectificación, limitación y suprimir los datos en noemi@directivassinestres.com así como el derecho a presentar una reclamación ante una autoridad de control.

    Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

    Noemí Batlle | Soluciones Sistémicas